Bolivia – Tiempo de sapos y culebras

centa reckSabemos que la Asamblea debe cesar en sus funciones u obtener una controvertida Ley de ampliación antes del 6 de agosto, situación por la que estamos viviendo un periodo de cuenta regresiva en la que los parlamentarios se han conminado a sí mismos a encontrarle una salida a un tema difícil y en un estrecho margen de tiempo.El periodo de menos de una semana para encontrar una solución para la Asamblea Constituyente, se constituye en un plazo fatal, puesto que en el apremio del momento presente, el parlamento ha aceptado otra vez una negociación bajo presión, situación que se ha constituido en uno de los instrumentos que el MAS utiliza con frecuencia y del que hasta el momento presente ha sacado innumerables ventajas. Hace mucho tiempo que se podía ver que la Asamblea no lograría su objetivo, sin embargo, la posibilidad de encontrar una salida para esta situación que ya estaba prevista, no fue tomada en cuenta y volvemos una vez más a que aspectos de enorme importancia para el país tienen que ser tratados de manera apresura y definidos entre gallos y media noche.Esta forma tan superficial y liviana de tratar aspectos de enorme gravitación para el país, nos muestra que este gobierno se ha acostumbrado a gobernar y sacar ventaja de situaciones en las que prima la improvisación y en las que sólo puede seguir procreando la demagogia, la falta de responsabilidad y el trato discrecional y poco transparente a asuntos que son estructurales.

Lograr un acuerdo que desempantane a la Asamblea, no es sólo asunto de tiempo, sino que sobre todas las cosas, tiene que ver con el hecho de avizorar la posibilidad de lograr consensos que nos permitan alcanzar un pacto social, puesto que sin este, la Asamblea no tiene sentido, ya que no pasará de ser un instrumento que sigue obedeciendo a ejercicios de calistenia o de una gimnasia política de muy bajo nivel.

Vemos a la oposición definitivamente interesada en lograr un acuerdo para dilatar la Asamblea, así las condiciones no estén dadas y el clima social se siga enrareciendo bajo el grave peligro de violencia y confrontación debido a las posiciones intransigentes y totalitarias del partido gobernante. Por esta razón, no entendemos el motivo que lleva a que la oposición se obstine en regalar el país a cambio de promesas.

¿Qué habas se estarán cocinando?, nos asalta la pregunta de rigor, puesto que si las condiciones son tan desfavorables, no entendemos porque a un país resfriado se empeñan porque pesque una pulmonía. De cualquier manera, no creemos que esta vez los ciudadanos se sigan tragando los sapos que les siguen dando como si se tratara de arreglos exquisitos o verdaderos banquetes y manjares para el paladar político.

La ciudadanía, observa atónita la manera en que ante las circunstancias de peligro, se continúan manejan oficialistas y opositores, que hablan del país como una mercancía que será rematada al mejor postor y no como el lar, el lugar, el tiempo historia en el que se define la vida de nuestros hijos y de las generaciones venideras. En el parlamento, cada quien está empeñado en llevar agua para su molino y al pueblo le quieren calmar el hambre de paz y de justicia con las sobras de un pastel de sapos y culebras.

Autor: Centa Reck

Gentileza:La Historia Paralela

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