Algo que caracteriza a todo “país en serio”, ese tipo de países en que el estado de derecho no solo esta enunciado si no que tiene vigencia plena, es la autonomía en que se desenvuelve su Banco Central independientemente de las políticas implementadas por el gobierno de turno.En la República Argentina la legislación vigente en teoría, garantiza al BCRA esa independencia de la que disponen sus homólogos de otras latitudes, con una Carta Orgánica que le señala como su función prioritaria defender el valor de la moneda nacional, sin embargo en la práctica eso no sucede y la entidad está sujeta a las erráticas políticas económicas de un gobierno que ha hecho de la inobservancia de la ley una práctica habitual.
Es así que desvirtuando los objetivos para los que fuera creada, la máxima autoridad monetaria se dedica a depreciar artificialmente el valor del peso para cumplir con metas fiscales confiscatorias que degradan el poder adquisitivo de los ciudadanos y los condena a una pobreza que va en camino de convertirse en crónica.
Como si esto no fuera suficiente, ahora se le quiere dar visos de legalidad a esta práctica funesta por medio de una ley que convalide semejante proceder y para ello se cuenta con la complicidad de legisladores que se llaman a si mismos representantes del pueblo.
Autor: Sigfredo Durán
Email: SiggyDuran@gmail.com
Fuente:La Historia Paralela